Llamamos “competencias” a las capacidades generales que posibilitan los “haceres”, “saberes” y el “poder hacer”. Desde antes del nacimiento, el desarrollo sensoriomotor ya está en marcha y va procurando al no nato las capacidades base para un óptimo desarrollo posterior en todas las áreas (motora, sensorial, perceptiva, cognitiva, emocional y lenguaje) Poco a poco, y a partir del nacimiento, las competencias se hacen más complejas en la medida en la que el niño se enfrenta a su día a día. Cada pequeña nueva situación supone enfrentarse a retos que le permiten adquirir nuevos conocimientos.